Disappointment is a natural feeling when things don’t turn out the way we expect. When something happens to derail a much-anticipated event, how we deal with that disappointment can be an opportunity for growth.
Sarah Lundy, licensed clinical social worker for Adventist Health, shared four ways adults can help kids cope with disappointment.
1. Recognize disappointment as a grief process.
“It’s important to validate and support kids, to normalize what they’re feeling,” Lundy said. “Providing a personal example can give kids permission to feel sad and talk about their experience.” You can say something like, “You know, I’ve had things unexpectedly change. When that happens to me I feel really sad or frustrated.”
We can unintentionally put judgment on kids’ feelings by making “at least” statements. For example, when an event your kids have looked forward to is unexpectedly disrupted, it wouldn’t be helpful to say, “At least you got to see your friends for a few days” or “At least you made it home safely.”
“When we do this, we can inadvertently send a message that minimizes their experience,” Lundy said. “It’s important to show kids that all feelings are welcome at the table. They can say as much or as little as they want, but their feelings are not too big for us as grown-ups.”
The key is to make space for what they’re feeling without having guilt about those feelings.
2. Reduce anticipatory anxiety by building the sense of “I can handle this.”
“What happens in anxiety, particularly for children,” said Lundy, “is a belief that if something bad happens, I won’t be able to handle it. We can’t tell kids something won’t happen, because we don’t know. Instead, we can talk about what we could do if that were to happen.”
Lundy suggests starting a conversation with: “I really believe you can get through that. Let’s talk about what that would look like. What would you need? What are your ideas?”
Start with the child’s natural ideas or sense of ability, and then help them be curious about what they could do. Have kids write down 10 things they could do if something they’re worried about happened, such as: 1. Call Mom and Dad. 2. Find a grown-up. 3. Find a friend., etc. Place their list where they can see it and be reminded that if something unexpected happens they have a plan.
3. Be together and talk.
Help kids look forward to the future. “You can help kids repair negative experiences or disappointments by looking toward the future,” Lundy said.
For a group of children, facilitate conversation by having each child write on an index card one thing they missed about a much-anticipated event that didn’t happen. Maybe they missed a certain game they love or a special food item.
Then, Lundy said, “Collect the index cards and read them to the group without naming who wrote it. Have kids raise their hand if they also missed that thing. Invite them to say something about what they missed and why.”
4. Recognize it’s OK for kids to struggle.
“As grown-ups we want to solve things when kids are upset or have hurt feelings. We feel OK when they’re OK,” Lundy said. “But it is a potentially rich learning experience for kids to go through disappointment and learn they can support each other and have a positive experience next time. Allowing kids to be uncomfortable, to feel sad, to cry with no clear solution is actually a really wonderful opportunity to build life skills and resilience over time.”
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By Kim Strobel
Cuatro estrategias para ayudar a los chicos a superar la decepción
La decepción o el chasco es un sentimiento natural cuando las cosas no salen como esperamos. Cuando sucede algo que descarrila un evento muy esperado, la forma como lidiamos con esa decepción puede ser una oportunidad para crecer.
Sarah Lundy, trabajadora social clínica de Adventist Health, compartió cuatro maneras como los adultos pueden ayudar a los chicos a sobrellevar la decepción.
1. Reconocer la decepción como un proceso de duelo
«Es importante validar y apoyar a los chicos, para normalizar lo que sienten», dijo Lundy. «Dar un ejemplo personal puede dar permiso a los chicos para sentirse tristes y hablar de su experiencia». Puedes decir algo como «sabes, las cosas han cambiado inesperadamente para mi. Cuando eso me pasa a mí, me siento muy triste o frustrado».
Sin querer, podemos juzgar los sentimientos de los chicos haciendo afirmaciones de «porlo menos». Por ejemplo, cuando un evento que sus hijos han esperado con ansias se interrumpe inesperadamente, no sería útil decir: «Por lo menos pudiste ver a tus amigos durante unos días» o «por lo menos llegaste a casa sano y salvo».
«Cuando hacemos eso, podemos enviar inadvertidamente un mensaje que minimiza su experiencia», dijo Lundy. «Es importante mostrarles que todos los sentimientos son aceptados. Pueden decir tanto o tan poco como quieran, pero sus sentimientos no son demasiado grandes para nosotros como adultos».
La clave es hacer espacio para lo que están sintiendo sin sentirse culpables por esos sentimientos.
2. Reducir la ansiedad anticipatoria estableciendo la sensación de «puedo manejar esto»
«Lo que sucede con la ansiedad, particularmente para los chicos», dijo Lundy, «es la creencia de que si algo malo sucede, no podrán lidiarlo. No podemos decirles a los chicos que algo no va a pasar, porque no lo sabemos. En cambio, podemos hablar sobre lo que podríamos hacer si eso sucediera».
Lundy sugiere iniciar una conversación con: «Realmente creo que puedes superarlo. Hablemos de cómo se vería eso. ¿Qué necesitarías? ¿Cuáles son tus ideas?»
Comience con las ideas naturales o el sentido de habilidad del chico, y luego ayúdelo a sentir curiosidad por lo que podría hacer. Pida a los chicos que escriban 10 cosas que podrían hacer si les sucediera algo que les preocupa, como: 1) Llamar a mamá y papá, 2) buscar a un adulto, 3) encontrar un amigo, etc. Coloque su lista donde puedan verla y recuerde que si sucede algo inesperado, tienen un plan.
3. Estar juntos y hablar
Ayude a los chicos a mirar hacia el futuro. «Se puede ayudar a los chicos a reparar las experiencias negativas o las decepciones mirando hacia el futuro», dijo Lundy.
Para un grupo de chicos, facilite la conversación haciendo que cada chico escriba en una tarjeta una cosa que se haya perdido de un evento muy esperado que no se llevó a cabo. Tal vez se perdieron cierto juego que les encanta o una comida especial.
Luego, Lundy dijo: «Recoja las fichas y léalas al grupo sin nombrar quién las escribió. Pida a los chicos que levanten la mano si también les ocurrió tal cosa. Invítelos a decir algo sobre lo que se perdieron y por qué».
4. Reconocer que está bien que los chicos tengan dificultades
«Como adultos, queremos resolver las cosas cuando los chicos están molestos o tienen sentimientos heridos. Nos sentimos bien cuando ellos están bien», dijo Lundy. «Pero es una experiencia de aprendizaje potencialmente enriquecedora para los chicos pasar por la decepción y aprender que pueden apoyarse mutuamente y tener una experiencia positiva la próxima vez. Permitir que los chicos se sientan incómodos, que se sientan tristes, que lloren sin una solución clara es en realidad una oportunidad realmente maravillosa para desarrollar habilidades para la vida y resiliencia con el tiempo».
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Por Kim Strobel