When you think about health, you probably think about eating your vegetables, exercising, and getting enough sleep. But how often do you think about mental health care?
Here are a few simple practices that can help you reduce stress, boost your mental health, and find more joy in every day.
Learn how to love yourself. Avoid criticizing yourself. Give yourself compassion. Create space in your day for the hobbies or projects you enjoy—anything that increases your overall sense of relaxation and joy. Prioritize taking time off, both by taking breaks throughout each workday and by using your well-earned vacation time.
Take care of your body. Research shows a strong connection between physical and mental health. Be sure to take care of the basics of balanced nutrition and plenty of fresh water, exercise, and sleep.
Engage in life-giving relationships. Whether it’s with family or friends, regularly connecting with people you love is crucial. Also be intentional about making time to connect with others in your neighborhood, at work, or in your church.
Practice gratitude and giving. Volunteer your time or energy to help someone else. This can be as simple as dropping off a hot meal for an elderly neighbor or simply sharing your time. Research also shows that adopting an attitude of gratitude changes the brain and increases mental wellness.
Manage stress with healthy coping techniques. Exercising, getting outside, playing with a pet, and journaling are all healthy coping tools for lowering stress.
Get help when you need it. Asking for help is a sign of strength. Having someone who can listen and offer solutions and an objective point of view can be beneficial. Many forms of mental health treatment can also be highly effective, including talk therapy and medication.
Set realistic goals and boundaries. Working to improve yourself can be healthy, but it’s also important to be realistic and kind to yourself. In the same way, setting boundaries in our relationships, especially the challenging ones, is a positive way to improve self-esteem and mental health.
Practice forgiveness. Let go of resentment toward others—and toward yourself. Forgiveness leads to better psychological wellbeing, healthier relationships, and decreased anxiety and stress.
Practice Sabbath and calming your brain. We live in a society that tends to be busy all the time. For many, this go, go, go culture significantly increases anxiety. Really slow down and enjoy Sabbath. Intentionally pause multiple times each day to pray and connect with God. Breathe deeply and rest, knowing you are deeply loved.
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By Kim Strobel
Prácticas sencillas para cuidar tu salud mental
Cuando piensas en cuidar tu salud, probablemente piensas en comer verduras, hacer ejercicio y dormir lo suficiente. Pero, ¿con qué frecuencia piensas en el cuidado de tu salud mental?
Estos son algunos consejos sencillos que pueden ayudarte a reducir el estrés, mejorar tu salud mental y encontrar más alegría en cada día.
Aprende a amarte a ti mismo. Evita criticarte a ti mismo. Ten compasión de ti mismo. Crea espacio en tu día para los pasatiempos o proyectos que disfrutas, cualquier cosa que aumente tu sensación general de relajación y alegría. Prioriza tomar tiempo libre, tanto teniendo descansos a lo largo de cada jornada laboral como utilizando tu tiempo de vacaciones bien merecidas.
Cuida tu cuerpo. Las investigaciones muestran una fuerte conexión entre la salud física y la salud mental. Asegúrate de cuidar los aspectos básicos de una nutrición equilibrada y mucha agua fresca, ejercicio y sueño.
Participa en relaciones que dan vida. Ya sea con familiares o amigos, es crucial conectarte regularmente con las personas que amas. También se intencional en hacer tiempo para conectarse con otras personas en tu vecindario, en el trabajo o en tu iglesia.
Practica la gratitud y la generosidad. Ofrece tu tiempo o energía como voluntario para ayudar a otra persona. Eso puede ser tan sencillo como dejar una comida caliente para un vecino mayor o simplemente compartir su tiempo. Las investigaciones también muestran que adoptar una actitud de gratitud cambia el cerebro y aumenta el bienestar mental.
Controla el estrés con técnicas de afrontamiento saludables. Hacer ejercicio, salir al aire libre, jugar con una mascota y escribir en un diario son herramientas de afrontamiento saludables para reducir el estrés.
Obtén ayuda cuando la necesites. Pedir ayuda es una señal de fortaleza. Tener a alguien que pueda escucharte y ofrecerte soluciones y un punto de vista objetivo puede ser beneficioso. Muchas formas de tratamiento de salud mental también pueden ser muy eficaces, como la psicoterapia y la medicación.
Establece metas y límites realistas. Trabajar para mejorarte a ti mismo puede ser saludable, pero también es importante ser realista y amable contigo mismo. De la misma manera, establecer límites en nuestras relaciones, especialmente las desafiantes, es una forma positiva de mejorar la autoestima y la salud mental.
Practica el perdón. Deja de lado el resentimiento hacia los demás y hacia ti mismo. El perdón conduce a un mejor bienestar psicológico, relaciones más saludables y disminución de la ansiedad y el estrés.
Practica el día de reposo y calma tu cerebro. Vivimos en una sociedad que tiende a estar ocupada todo el tiempo. Para muchos, esta cultura de ir, ir, ir aumenta significativamente la ansiedad. Ve realmente más despacio y disfruta del sábado. Haz una pausa intencional varias veces al día para orar y conectarte con Dios. Respira profundamente y descansa, sabiendo que eres profundamente amado.
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Por Kim Strobel
