Baptisms at the River Bring Hope to Blythe

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The small desert town of Blythe, on the California-Arizona border, is often associated with its heat, prison, and remoteness. But on October 26, the Colorado River became the setting for something remarkable—a baptismal celebration that united the local church community.

Nearly 100 people gathered at Peter McIntyre County Park to witness 10 individuals publicly commit their lives to Jesus through baptism. This event marked the first of its kind for the area and brought together two congregations—Blythe church and Blythe Central church. Four candidates came from the Blythe church, while a family of six represented the Blythe Central church. The day was filled with unity, joy, and spiritual renewal.

Led by District Pastor Gabriel Riojas and local church elders, the baptisms in the Colorado River inspired cheers as each candidate emerged from the water. Among them was Genesis Brodkin from Blythe Central, who shared, “I want to grow closer to Jesus and love God better.” Reflecting on the day, she called it “the best day of my life.” Genesis was joined by five family members, including her grandfather, cousins, and sibling, making the moment even more profound. Cheers echoed as each candidate was washed in the waters of the Colorado River.

 

Along with church elders, Riojas baptizes Diego and Kiana Ortiz.
Along with church elders, Riojas baptizes Diego and Kiana Ortiz.

 

 

Brodkin smiles joyfully after her baptism.
Brodkin smiles joyfully after her baptism.

 

A particularly touching moment came when Kiana Ortiz, a Blythe church member, was baptized alongside her husband, Diego—the first and only double baptism of the day. Having attended the church intermittently for 13 years, Kiana shared that it wasn’t until recently that she considered baptism. “It was lovely and so different,” she said. “Being baptized with my husband was refreshing and unforgettable.” Her story is a reminder of the importance of reaching those already in our midst.

The celebration concluded with a shared potluck, symbolizing the unity of the two congregations. Despite the town's challenges, such as poverty and slow growth, the beautiful scene of baptisms demonstrated that God is actively working in even the most remote places. In Blythe, where little seems to move, God is moving in powerful ways.

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By Gabriel Riojas

 

 

Bautismos en el río traen esperanza a Blythe

La pequeña ciudad desértica de Blythe, en la frontera entre California y Arizona, a menudo se asocia con su calor, prisión y lejanía. Pero el 26 de octubre, el río Colorado se convirtió en el escenario de algo extraordinario: una celebración bautismal que unió a la comunidad de la iglesia.

Cerca de 100 personas se reunieron en el Peter McIntyre County Park para presenciar cómo 10 personas comprometieron públicamente sus vidas a Jesús a través del bautismo. Ese evento marcó el primero de su tipo en el área y reunió a dos congregaciones: la iglesia de Blythe y la iglesia central de Blythe. Cuatro candidatos provenían de la iglesia de Blythe, mientras que una familia de seis representaba a la iglesia central de Blythe. El día estuvo lleno de unidad, alegría y renovación espiritual.

Dirigidos por el pastor de distrito, Gabriel Riojas, y los ancianos de iglesia, los bautismos en el río Colorado inspiraron vítores cuando cada candidato emergió del agua. Entre ellos se encontraba Genesis Brodkin de Blythe Central, quien compartió: «Quiero acercarme más a Jesús y amar mejor a Dios». Reflexionando sobre el día, lo llamó «el mejor día de mi vida». Génesis se unió a cinco miembros de la familia, incluidos su abuelo, primos y hermanos, lo que hizo que el momento fuera aún más impactante. Los aplausos resonaron mientras cada candidato era bañado por las aguas del río Colorado.

 

Con los ancianos de iglesia, Riojas bautiza a Diego y a Kiana Ortiz.
Con los ancianos de iglesia, Riojas bautiza a Diego y a Kiana Ortiz.

 

 

Brodkin sonríe contenta tras el bautismo.
Brodkin sonríe contenta tras el bautismo.

 

Un momento particularmente conmovedor llegó cuando Kiana Ortiz, miembro de la iglesia de Blythe, fue bautizada junto a su esposo, Diego, el primer y único bautismo doble del día. Después de haber asistido a la iglesia de manera intermitente durante 13 años, Kiana compartió que no fue hasta hace poco que consideró el bautismo. «Fue encantador y muy diferente», dijo. «Bautizarme con mi esposo fue refrescante e inolvidable». Su historia es un recordatorio de la importancia de llegar a aquellos que ya están entre nosotros.

La celebración concluyó con una comida, simbolizando la unidad de las dos congregaciones. A pesar de los desafíos de la ciudad, como la pobreza y el lento crecimiento, la hermosa escena de bautismos demostró que Dios está trabajando activamente incluso en los lugares más remotos. En Blythe, donde poco parece moverse, Dios se está manifestando de manera impactante.

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Por Gabriel Riojas