Our schools are dedicated to fostering the wholistic development of students by nurturing their physical, academic, spiritual, and emotional well-being in every aspect of school life. In the classroom, academic programs grounded in Christian values challenge students to excel intellectually while instilling ethical principles and critical thinking skills. Beyond academics, participation in sports and extracurricular activities on the field encourages physical fitness, teamwork, and sportsmanship, promoting a healthy lifestyle and a sense of camaraderie among peers. Moreover, spiritual growth is central to the mission of our schools, with opportunities for prayer, worship, and Bible study integrated into the campus. Through these spiritual practices and guidance from teachers and mentors, students deepen their faith, develop moral character, and cultivate a personal relationship with God.
Whether in the classroom, on the field, or around the campus, our schools provide a nurturing environment that wholistically nurtures students' minds, bodies, and spirits, preparing them to lead purposeful and fulfilling lives grounded in faith and service. Here are two recent examples.
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By Communication Staff
Celebración de nuestras escuelas
Nuestras escuelas están dedicadas a fomentar el desarrollo integral de los estudiantes procurando su bienestar físico, académico, espiritual y emocional en todos los aspectos de la vida escolar. En el aula, los programas académicos basados en valores cristianos desafían a los estudiantes a sobresalir intelectualmente mientras inculcan principios éticos y habilidades de pensamiento crítico. Más allá de lo académico, la participación en deportes y actividades extracurriculares fomenta la aptitud física, el trabajo en equipo y el espíritu deportivo, promoviendo un estilo de vida saludable y un sentido de camaradería. Además, el crecimiento espiritual es fundamental para la misión de nuestras escuelas, con oportunidades para la oración, la adoración y el estudio bíblico integrados en el campus. A través de esas prácticas espirituales y la guía de maestros y mentores, los estudiantes profundizan su fe, desarrollan un carácter moral y cultivan una relación personal con Dios.
Ya sea en el salón de clases, en el campo o en el campus, nuestras escuelas brindan un ambiente enriquecedor que nutre integralmente las mentes, los cuerpos y los espíritus de los estudiantes, preparándolos para llevar vidas llenas de propósito y satisfactorias basadas en la fe y el servicio. Estos son algunos ejemplos recientes.
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Por Equipo de Comunicación
