On an island where youth are searching for belonging and purpose, Pastor Meshach Soli’s youth and young adult revival series, The Way Home, emerged as a beacon of hope. Held at the Kapolei Samoa-Tonga church in collaboration with Waianae and Wahiawa churches, this event not only fostered spiritual growth but also strengthened community bonds. The collaboration extended to sister churches across O’ahu, including the Samoa-Tokelau and Honolulu Central churches, culminating in five baptismal candidates taking a profound step of faith. The Way Home left an enduring mark on everyone involved.
The spirit of collaboration
One of the defining features of The Way Home was its spirit of collaboration. Differences were set aside to focus on what unites us: a shared faith and mission to save souls. From planning committees to worship teams, every aspect of the revival reflected a collective effort.
On Tuesday, November 5, Pastor Soli emphasized patience in his message, drawing from his personal experiences. He shared stories of his own struggles and how God’s faithfulness has brought him through, pouring goodness into his life. “When you pray for patience,” he reminded his listeners, “God’s not just going to give you patience—He’s going to place people in your life to test and refine you.” This message resonated deeply with many, reminding us of the transformative power of perseverance in faith.
Those who participated saw that God’s presence was evident throughout. His goodness and mercy never failed. Heaven’s gates opened wide, and blessings poured over everyone in attendance.
Welcoming new hearts: The journey of our baptismal candidates
A particularly moving moment of the revival was the baptism of five individuals: Taleni and Judy Peko Asuega, Merina Maleloi, Talya Tatupu, and Journey. Each felt God’s call upon their hearts, recounting how He had worked through their lives and loved ones to bring them to this life-changing decision.
Taleni and his wife, Judy, shared their testimony, recommitting to turn their lives back to serving the Lord. They, along with the other newly baptized members, stood as a testament to the power of restoration, revival, and healing. “God’s timing is always perfect!” they declared, reminding us that every step of faith is beautifully orchestrated by Him.
Voices of faith: A musical celebration of new life in Christ
Another high point of the week was the closing music festival—a celebration of unity and gratitude. Under the guidance of Landen Muasau from Kapolei Samoa-Tonga church, a mass choir of youth, ranging from age five to young adults, brought worship to life.
Ellen G. White once wrote, “God is worshiped with song and music in the courts above, and as we express our gratitude we are approximating to the worship of heavenly hosts” (Steps to Christ, p. 104). Throughout the festival, this sentiment felt tangible. The music brought back cherished memories while creating newfound joy for everyone in attendance.
We are especially grateful to the Samoan Gospel Herald, Samoa-Tokelau youth and young adults, and the Pepa family for joining us in this celebration of faith and music.
Welcome home
Looking back on this remarkable week, we are filled with hope for more events like The Way Home—events overflowing with laughter, joy, and, most importantly, soul-saving moments. Working alongside Wahiawa and Waianae churches has been a blessing, and we are deeply grateful to Pastors Ron Taylor and Siaosi Tolai for their prayers and support.
A heartfelt thank you goes to Pastor Meshach Soli and his family for answering the call and joining us here. The love and dedication they poured into this revival were truly transformative.
Praise God for His blessings, for uniting us as one family in Christ, and for guiding every step of the way home.
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By Amber-Salamasina Ierome Seui
Corazones renovados, almas revividas: Impacto de Way Home en O’ahu
En una isla donde los jóvenes buscan pertenencia y propósito, la serie de reavivamiento para jóvenes y adultos jóvenes del pastor Meshach Soli, The Way Home, surgió como un faro de esperanza. Ese evento, celebrado en la iglesia Kapolei Samoa-Tonga en colaboración con las iglesias Waianae y Wahiawa, no solo fomentó el crecimiento espiritual, sino que también fortaleció los lazos comunitarios. La colaboración se extendió a las iglesias hermanas de todo O’ahu, incluidas las iglesias de Samoa-Tokelau y Honolulu Central, y culminó con cinco candidatos al bautismo que dieron un profundo paso de fe. El Camino a Casa dejó una marca duradera en todos los involucrados.
Espíritu de colaboración
Una de las características definitorias de The Way Home fue su espíritu de colaboración. Las diferencias se dejaron a un lado para centrarse en lo que nos une: una fe común y la misión de salvar almas. Desde los comités de planificación hasta los equipos de adoración, cada aspecto del reavivamiento reflejó un esfuerzo colectivo.
El martes 5 de noviembre, el pastor Soli enfatizó la paciencia en su mensaje, basándose en sus experiencias personales. Compartió historias de sus propias luchas y de cómo la fidelidad de Dios lo ha sacado adelante, derramando bondad en su vida. «Cuando oran por paciencia», les recordó a sus oyentes, «Dios no solo les va a dar paciencia, sino que va a poner a personas en su vida para que las prueben y las refinen». Ese mensaje resonó profundamente en muchos, recordándonos el poder transformador de la perseverancia en la fe.
Los que participaron vieron que la presencia de Dios era evidente en todo momento. Su bondad y su misericordia nunca fallan. Las puertas del cielo se abrieron de par en par y las bendiciones se derramaron sobre todos los asistentes.
Acoger nuevos corazones—el camino de nuestros candidatos al bautismo
Un momento particularmente conmovedor del reavivamiento fue el bautismo de cinco personas: Taleni y Judy Peko Asuega, Merina Maleloi, Talya Tatupu y Journey. Cada una sintió el llamado de Dios en sus corazones, relatando cómo él había obrado a través de sus vidas y de sus seres queridos para llevarlos a esa decisión que les cambió la vida.
Taleni y su esposa, Judy, compartieron su testimonio, comprometiéndose nuevamente a poner sus vidas en el servicio del Señor. Ellos, junto con los otros miembros recién bautizados, fueron un testimonio del poder de la restauración, el avivamiento y la sanación. «¡El tiempo de Dios siempre es perfecto!», declararon, recordándonos que cada paso de la fe está bellamente orquestado por él.
Voces de fe: Una celebración musical de una nueva vida en Cristo
Otro punto culminante de la semana fue el festival de música de clausura, una celebración de unidad y gratitud. Bajo la dirección de Landen Muasau de la iglesia Kapolei Samoa-Tonga, un coro masivo de jóvenes, desde los cinco años hasta adultos jóvenes, dio vida a la adoración.
Ellen G. White escribió una vez: «Dios es adorado con cánticos y música en los atrios celestiales, y al expresar nuestra gratitud nos estamos acercando a la adoración de las huestes celestiales» (El camino a Cristo, p. 104). A lo largo del festival, ese sentimiento fue tangible. La música trajo recuerdos preciados al tiempo que creaba una alegría renovada en todos los asistentes.
Estamos especialmente agradecidos al Samoan Gospel Herald, a los jóvenes y adultos jóvenes de Samoa-Tokelau y a la familia Pepa por unirse a nosotros en esa celebración de la fe y la música.
Bienvenida a casa
Reflexionando en esa semana extraordinaria, estamos llenos de esperanza por más eventos como El Camino a Casa, eventos rebosantes de risas, alegría y, lo más importante, momentos que elevan el alma. Trabajar junto a las iglesias de Wahiawa y Waianae ha sido una bendición, y estamos profundamente agradecidos a los pastores Ron Taylor y Siaosi Tolai por sus oraciones y apoyo.
Un sincero agradecimiento al pastor Meshach Soli y a su familia por acceder al llamado y unirse a nosotros. El amor y la dedicación que pusieron en ese reavivamiento fueron verdaderamente transformadores.
Alabado sea Dios por sus bendiciones, por unirnos como una familia en Cristo y por guiar cada paso del camino a casa.
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Por Amber-Salamasina Ierome Seui