Grace and Nick Lossev have spent their lives answering God's call to share Jesus’ love with the world. Their journey has taken them from the islands of Micronesia to the bustling streets of Japan, planting churches and spreading hope wherever they went. But in 2019, they asked God a new question: “What’s next? How do we make a difference now?”
With open hearts, they prayed for guidance—and God responded unexpectedly. He opened their eyes to a unique mission field: the Jewish community. Inspired by Ellen White’s words, which declare that “there are among the Jews many who will be converted” and that God's salvation will go forth like “a lamp that burneth” (Evangelism, p. 578), Nick and Grace felt their hearts ignite with a fresh vision. They began leading Bible studies through the North American Division’s Jewish Adventist Ministries, starting on Zoom with groups on the East Coast.
The success of these studies spurred them to action closer to home. Based at the Novato church, they started reaching out to the Jewish community in the Bay Area, where over 350,000 ethnic Jews live in Sonoma and Marin counties and beyond. With joyful determination, they began attending local restaurants and community events, striking up conversations and building friendships. To their delight, they found many Jewish individuals open to discussing biblical topics.
“The doors are opening!” Nick exclaimed, amazed by how God was working. “We’ve even had people of the Jewish faith come to our church.” Each encounter felt like a step forward in the mission God had set before them, and their hearts overflowed with gratitude for the opportunities.
Matt Matzela, the former pastor of Novato church, watched with joy as the Lossevs' ministry blossomed. “It’s incredible to see the Jewish work moving forward in the Bay Area,” he said. “There is such a great need, and we are so thankful for Nick and Grace’s passion and dedication to this ministry.”
For the Lossevs, this work is more than a mission; it’s a calling that fills their hearts with hope. They believe that God has been preparing them for this moment—to bring His light to those ready to receive it. Every Bible study, every conversation, every connection brings them closer to the abundant life Jesus promises. With faith, joy, and a sense of adventure, they continue to share His love, one heart at a time.
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By Ken Miller
Plantar semillas en campo nuevo
Grace y Nick Lossev han pasado sus vidas respondiendo al llamado de Dios de compartir el amor de Jesús con el mundo. Su viaje los ha llevado desde las islas de Micronesia hasta las bulliciosas calles de Japón, plantando iglesias y difundiendo esperanza dondequiera que van. Pero en 2019, le hicieron a Dios una nueva pregunta: «¿Qué sigue? ¿Cómo haremos un impacto ahora?»
Con corazones dispuestos, oraron por su dirección y Dios respondió inesperadamente. Les abrió los ojos a un campo misionero especial: la comunidad judía. Inspirados por las palabras de Ellen White, que declaran que «hay entre los judíos muchos que se convertirán» y que la salvación de Dios saldrá como «una lámpara que arde» (Evangelism, p. 578), Nick y Grace sintieron que sus corazones se encendían con una nueva visión. Comenzaron a dirigir estudios bíblicos a través del ministerio adventistaa a los judíos de la División Norteamericana, comenzando en Zoom con grupos en la costa este.
El éxito de esos estudios los estimuló a actuar más cerca de casa. Con base en la iglesia de Novato, comenzaron a llegar a la comunidad judía en el área de la bahía, donde viven más de 350,000 judíos étnicos en los condados de Sonoma y Marin y en otros condados. Con alegre determinación, comenzaron a asistir a restaurantes y eventos comunitarios, entablando conversaciones y estableciendo amistades. Para su deleite, encontraron a muchas personas judías abiertas a discutir temas bíblicos.
«¡Las puertas se están abriendo!» exclamó Nick, asombrado por la forma como Dios estaba obrando. «Incluso hemos tenido personas de fe judía que han venido a nuestra iglesia». Cada encuentro se sentía como un paso adelante en la misión que Dios había puesto ante de ellos, y sus corazones rebosaban de gratitud por cada oportunidad presentada.
Matt Matzela, expastor de la iglesia de Novato, observó con alegría cómo florecía el ministerio de los Lossev. «Es increíble ver que el trabajo judío avanza en el área de la bahía», dijo. «Hay una gran necesidad, y estamos muy agradecidos por la pasión y dedicación de Nick y Grace a este ministerio».
Para los Lossev, este trabajo es más que una misión; es un llamado que llena sus corazones de esperanza. Creen que Dios los ha estado preparando para este momento, para llevar su luz a aquellos que están listos para recibirla. Cada estudio bíblico, cada conversación, cada conexión los acerca a la vida abundante que Jesús promete. Con fe, gozo y un sentido de aventura, continúan compartiendo su amor, un corazón a la vez.
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Por Ken Miller