Past a hillside retaining wall covered in bright graffiti, a dirt path winds through arid grasses and flowering shrubbery framed by rolling hills—the scenery of a pleasant nature walk. Down a rocky embankment into a growth of trees lining a wide, sandy river bottom, the shapes of structures emerge from the shadows, the air grows heavy, and the path becomes a gateway into another world.
In spring 2023, four La Sierra University students, two carrying large plastic bins filled with brown bag lunches and chips and the others lugging backpacks filled with water bottles, approached a lean-to structure on the side of the embankment. It was one of the last visits of the school year for students involved in The Wash Project, an outreach for the area’s unhoused living in tents, dilapidated recreational vehicles and cars, and shelters forged from tarps, pieces of wood, and other repurposed materials.
The structures and shelters were scattered among the woodland and grasses of the river bottom situated roughly 15 miles from La Sierra’s campus. Many of the residents owned dogs, for both companionship and protection. A few had planted small gardens and were raising chickens.
The Wash Project, a program of La Sierra’s Spiritual Life Office, got underway in fall of 2022, spearheaded by pre-med neuroscience student and Peruvian native Silvana Albornoz, along with theology major Erick Baez Rodriguez, pre-dentistry and clinical health science alumna Ashley Peak, and pre-dentistry biochemistry major Christian Figueroa. Albornoz and Figueroa graduated in June.
The project ultimately attracted more than 70 students over the course of a year who participated in weekly group visits to the encampment, providing life-affirming connection and conversations, food, bottled water, and other necessities—and spiritual support through prayer for residents who desired it. More than 300 students and faculty members donated food for The Wash Project using extra money from meal plans.
While the last outing to visit the unhoused took place last year, the project’s leaders created new ways to serve their community. This school year, they formed an outreach endeavor called ReACT, based on their work with the homeless encampment. Each Friday, students visit residents of The Gardens of Riverside, an assisted living facility, under a program they call “Adopt a Grandparent,” offering companionship, joy, and intergenerational exchange.
Albornoz and other Wash Project leaders pattern their approach to outreach after Jesus’ methods of impacting others. “The first thing He will do is always supply their needs,” Albornoz said, “and then He will say, ‘Follow me.’”
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By Darla Martin Tucker
The Wash Project y más: ministerio de estudiantes con indigentes inspira nuevos programas
Más allá de un muro de contención en la ladera cubierto de grafitis, un camino de tierra serpentea a través de pastos áridos y arbustos en flor enmarcados por colinas onduladas, el escenario de un agradable paseo por la naturaleza. Bajando por un terraplén rocoso hacia un grupo de árboles que bordean el fondo de un río ancho y arenoso, las formas de las estructuras emergen de las sombras, el aire se vuelve pesado y el camino se convierte en una puerta de entrada a otro mundo.
En la primavera de 2023, cuatro estudiantes de La Sierra University, dos de los cuales llevaban grandes contenedores de plástico llenos de lonches y papas fritas y los otros cargaban mochilas llenas de botellas de agua, se acercaron a una estructura adosada al costado del terraplén. Fue una de las últimas visitas del año escolar para los estudiantes que participan en The Wash Project, un ministerio de alcance para los indigentes de la zona que viven en tiendas de campaña, vehículos recreativos y automóviles en ruinas, y refugios forjados con lonas, trozos de madera y otros materiales.
Las estructuras y los refugios estaban dispersos entre los bosques y pastos del fondo del río, situado a unas 15 millas del campus de La Sierra. Muchos de los residentes tenían perros, tanto por compañía como por protección. Unos pocos habían plantado pequeños huertos y criaban gallinas.
The Wash Project, un programa de la Oficina de Vida Espiritual de La Sierra, se puso en marcha en el otoño de 2022, encabezado por la estudiante de neurociencia de pre-medicina y nativa de Perú, Silvana Albornoz, junto con el estudiante de teología, Erick Báez Rodríguez, la exalumna de pre-odontología y ciencias clínicas de la salud, Ashley Peak, y el estudiante de bioquímica de pre-odontología, Christian Figueroa. Albornoz y Figueroa se graduaron en junio.
En última instancia, el proyecto atrajo a más de 70 estudiantes en el transcurso del año en el que hicieron en visitas semanales al campamento, proporcionando conexiones y conversaciones que afirmaban la vida, alimentos, agua embotellada y otras necesidades, y apoyo espiritual a través de la oración para los indigentes que lo deseaban. Más de 300 estudiantes y miembros de la facultad donaron alimentos para The Wash Project utilizando dinero extra de los planes de comida.
Si bien la última salida para visitar a los indigentes tuvo lugar el año pasado, los líderes del proyecto crearon nuevas formas de servir a su comunidad. Este año escolar, formaron un esfuerzo de divulgación llamado ReACT, basado en su trabajo con el campamento de indigentes. Cada viernes, los estudiantes visitan a los residentes de The Gardens of Riverside, un centro de vida asistida, bajo un programa que llaman «Adopta un abuelo», que ofrece compañía, alegría e intercambio intergeneracional.
Albornoz y otros líderes de The Wash Project modelan su ministerio según los métodos de Jesús para impactar a los demás. «Lo primero que hacía era suplir sus necesidades», dijo Albornoz, «y después les decía: “Sígueme”».
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Por Darla Martin Tucker