On an early Sunday morning, Pathfinders and Adventurers from all over Oahu gathered at Pearl City High School for an exciting day of Presidential Fitness. Despite the light drizzle, a spirit of enthusiasm and camaraderie filled the air as clubs united to participate in various physical challenges—with a double rainbow arching across the sky. The rainbow reminded us that even though it was a bit rainy, this event was truly a blessing in disguise.
Our dedicated intern pastors played vital roles in directing traffic, leading warm-up exercises, and encouraging our young participants to give their best effort. Chelsey and Ben Wunderlich were instrumental in organizing and directing the clubs, ensuring a smooth and enjoyable experience for everyone.
The event merged physical activity with spiritual motivation. As our young athletes engaged in running, push-ups, and other exercises, they were reminded of four key spiritual lessons that complemented their physical training.
1. Running the race
Hebrews 12:1 says, "Let us run with perseverance the race marked out for us" (NIV). Just as we push ourselves to complete our running exercises, life also demands endurance. Every challenge and obstacle we encounter is part of the race that God has set before us, and through perseverance and faith, we can move forward with strength and determination.
2. Building strength
Philippians 4:13 proclaims, "I can do all things through Christ who strengthens me" (NKJV). As we trained our bodies and developed physical muscles during the event, we were reminded that putting our trust in God empowers us spiritually. True strength originates from our relationship with Christ, enabling us to overcome any challenges we may face.
3. Stretching for God
Stretching before and after exercise helps prevent injuries and enhances flexibility. It also acts as a powerful metaphor for our faith journey. God often calls us to extend beyond our comfort zones and face challenges that foster our growth. During these challenging times, we cultivate resilience and a deeper trust in God’s plan for our lives.
4. Teamwork and unity
Romans 12:4-5 states, "Each of us has one body with many members, and these members do not all have the same function" (NIV). In both physical fitness and spiritual growth, teamwork and unity play a vital role. Encouraging one another, supporting our friends, and collaborating as a community will strengthen our faith and emphasize the importance of fellowship.
The Presidential Fitness event was more than just a morning of exercise—it was a time for building friendships, strengthening faith, and growing together as a Pathfinder and Adventurer family. As we left the field that day, we took with us not only the lessons learned through fitness but also the spiritual encouragement to keep running our race with endurance, trusting in God’s strength and fostering unity within our church community.
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By Ivan Ostrovsky
Presidential Fitness con las familias de Conquistadores y Aventureros
Un domingo por la mañana, Conquistadores y Aventureros de todo Oahu se reunieron en la Pearl City High School para un emocionante día de Presidential Fitness. A pesar de la ligera llovizna, un espíritu de entusiasmo y camaradería llenó el aire cuando los clubes se unieron para participar en varios desafíos físicos, con un doble arco iris arqueándose en el cielo. El arco iris nos recordó que, a pesar de que estaba un poco lluvioso, ese evento fue realmente una bendición disfrazada.
Nuestros dedicados pastores desempeñaron un papel vital en la dirección del tráfico, la dirección de los ejercicios de calentamiento y el estímulo a nuestros jóvenes participantes a dar su mejor esfuerzo. Chelsey y Ben Wunderlich fueron fundamentales en la organización y dirección de los clubes, asegurando una experiencia fluida y agradable para todos.
El evento fusionó la actividad física con la motivación espiritual. A medida que nuestros jóvenes atletas corrían, hacían flexiones y otros ejercicios, se les recordaron cuatro lecciones espirituales clave que complementaban su entrenamiento físico.
1. Correr la carrera
Hebreos 12:1 dice: «Corramos con perseverancia la carrera que nos ha sido señalada». Así como nos esforzamos por completar nuestros ejercicios de carrera, la vida también exige resistencia. Cada desafío y obstáculo que enfrentamos es parte de la carrera que Dios ha puesto delante de nosotros, y a través de la perseverancia y la fe, podemos avanzar con fuerza y determinación.
2. Desarrollar la fuerza
Filipenses 4:13 proclama: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece». A medida que entrenábamos nuestros cuerpos y desarrollábamos músculos físicos durante el evento, se nos recordó que poner nuestra confianza en Dios nos empodera espiritualmente. La verdadera fortaleza se origina en nuestra relación con Cristo, lo que nos permite superar cualquier desafío que podamos enfrentar.
3. Estirarse para Dios
Estirar antes y después del ejercicio ayuda a prevenir lesiones y mejora la flexibilidad. También actúa como una poderosa metáfora de nuestro recorrido de fe. Dios a menudo nos llama a ir más allá de nuestras zonas de confort y enfrentar desafíos que fomenten nuestro crecimiento. Durante esos tiempos difíciles, cultivamos la resiliencia y una confianza más profunda en el plan de Dios para nuestras vidas.
4. Trabajo en equipo y unidad
Romanos 12:4-5 dice: «Cada uno de nosotros tiene un cuerpo con muchos miembros y no todos estos miembros tienen la misma función». Tanto en la aptitud física como en el crecimiento espiritual, el trabajo en equipo y la unidad juegan un papel vital. Animarnos unos a otros, apoyar a nuestros amigos y colaborar como comunidad fortalecerá nuestra fe y enfatizará la importancia de la comunión.
El evento de Presidential Fitness fue más que una mañana de ejercicio: fue un momento para forjar amistades, fortalecer la fe y crecer juntos como familia de Conquistadores y Aventureros. Al salir del campo ese día, nos llevamos con nosotros no solo las lecciones aprendidas a través de la aptitud física, sino también el estímulo espiritual para seguir corriendo nuestra carrera con perseverancia, confiando en la fuerza de Dios y fomentando la unidad dentro de nuestra comunidad eclesial.
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Por Iván Ostrovsky
