On Jan. 7, 2025, a series of destructive wildfires began to sweep through the Los Angeles metropolitan area and surrounding regions, leaving behind devastation. Entire blocks were reduced to ashes, and countless individuals lost their homes.
In times of crisis, communities often come together in remarkable ways. Friends, families, and churches mobilize to support those in need. The young adult ministry at Loma Linda University, Praxis, was no exception. Within days, they organized a plan to assist victims of the fires. Jamie Nelson, the outreach coordinator for Praxis, took the lead. Reflecting on the situation, she shared, “What helped so many people in our church see the need was understanding that someone in a nearby community was experiencing something life-changing—losing everything they worked for, grew up with, and cherished in an instant. The loss is unspeakable.”
Nelson began by contacting Seventh-day Adventist churches near the affected areas to assess how the Praxis community could help. Valley Crossroads church confirmed the immense need, and after receiving approval from Praxis leadership, Nelson quickly made calls to finalize their plans. "Praxis is filled with people who want to help," she said. "I knew what I felt in my heart, and that every person would feel that way too."
The call for help was shared on the Praxis Instagram by 9 a.m. Friday morning. Within 24 hours, there were 65 volunteers eager to assist their neighbors in need. When the team arrived at Valley Crossroads church, they organized stations for hygiene items, sleeping gear, canned foods, diapers, and clothing for all ages. Families could grab bags and fill them with essentials, with volunteers assisting them in carrying the items to their cars. In total, they helped approximately 150 families that day.
The following week, the team extended their efforts to another church in the area, White Memorial, where they saw even more volunteers than the previous week, united in their mission to provide relief in the face of devastation.
While these efforts cannot erase the destruction or the years of rebuilding many families will face, they are a testament to the power of community and compassion. In times of need, individuals and groups mobilize to help in any way they can. The Praxis young adults continue to pray for and support fire victims as best they can. They take great comfort in the belief that, even amidst devastation, God stands with those who are suffering.
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By Ezrica Bennett
Voluntarios de Praxis en los incendios de LA
El 7 de enero de 2025, una serie de incendios forestales destructivos comenzaron a arrasar el área metropolitana de Los Angeles y las regiones circundantes, dejando tras de sí devastación. Cuadras enteras quedaron reducidas a cenizas e innumerables personas perdieron sus hogares.
En tiempos de crisis, las comunidades a menudo se unen de maneras notables. Amigos, familias e iglesias se movilizan para apoyar a los necesitados. El ministerio de jóvenes adultos en Loma Linda University, Praxis, no fue la excepción. A los pocos días, organizaron un plan para ayudar a las víctimas de los incendios. Jamie Nelson, coordinador de divulgación de Praxis, tomó la iniciativa. Reflexionando sobre la situación, compartió: «Lo que ayudó a tantas personas en nuestra iglesia a ver la necesidad fue comprender que alguien en una comunidad cercana estaba experimentando algo que le estaba cambiando la vida: perder todo por lo que trabajaron, crecieron y apreciaron en un instante. La pérdida es indescriptible».
Nelson comenzó poniéndose en contacto con las iglesias adventistas del séptimo día cerca de las áreas afectadas para evaluar cómo la comunidad de Praxis podría ayudar. La iglesia Valley Crossroads confirmó la inmensa necesidad, y después de recibir la aprobación de los líderes de Praxis, Nelson rápidamente hizo llamadas para finalizar sus planes. «Praxis está llena de gente que quiere ayudar», dijo. «Sabía lo que sentía en mi corazón, y que todas las personas también se sentirían así».
La llamada de auxilio se compartió en Instagram por Praxis a las 9 a.m. del viernes por la mañana. En 24 horas, había 65 voluntarios ansiosos por ayudar a sus vecinos necesitados. Cuando el equipo llegó a la iglesia Valley Crossroads, organizaron estaciones para artículos de higiene, ropa para dormir, alimentos enlatados, pañales y ropa para todas las edades. Las familias podían tomar bolsas y llenarlas con artículos esenciales, con voluntarios que los ayudaban a llevar los artículos a sus autos. En total, ayudaron a aproximadamente 150 familias ese día.
A la semana siguiente, el equipo extendió sus esfuerzos a otra iglesia de la zona, White Memorial, donde vieron aún más voluntarios que la semana anterior, unidos en su misión de proporcionar ayuda ante la devastación.
Si bien esos esfuerzos no pueden borrar la destrucción o los años de reconstrucción que enfrentarán muchas familias, son un testimonio del poder de la comunidad y la compasión. En tiempos de necesidad, las personas y los grupos se movilizaronn para ayudar en todo lo que podían. Los jóvenes de Praxis continúan orando y apoyando a las víctimas de incendios lo mejor que pueden. Se sienten muy consolados con la creencia de que, incluso en medio de la devastación, Dios está con los que sufren.
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Por Ezrica Bennett
